SEVILLA
Sevilla es capital de la provincia homónima y de Andalucía. Cuenta con cerca de 700.000 habitantes, por lo que es la ciudad más poblada de Andalucía, la cuarta de España después de Madrid, Barcelona y Valencia y la 32ª de la Unión Europea.
El municipio tiene una superficie de 140 km².8 El área metropolitana de Sevilla está compuesta por 46 municipios, incluye a una población de casi dos millones de habitantes y ocupa una superficie de 4.905 km².
Es una de las ciudades con más monumentos catalogados en Europa. Su casco histórico, con muchos elementos cerámicos en su arquitectura, es uno de los mayores de España. Entre sus monumentos más representativos se encuentran la catedral (que incluye la Giralda), el Alcázar, el Archivo de Indias y la Torre del Oro, los tres primeros declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
Cerámica
La cerámica en Sevilla, en sus distintas modalidades, ha sido un elemento decorativo constante y destacado a lo largo de la historia de la ciudad. A la vez, esta ha constituido tradicionalmente un polo importante de la industria artesana alfarera, que desde el siglo XVI ha exportado sus productos a Portugal, Italia, Reino Unido e Hispanoamérica.
Las santas patronas de la ciudad, Justa y Rufina, lo son también de la alfarería española. Eran dos hermanas vendedoras de alfarería, de la comunidad cristiana de la ciudad, que fueron martirizadas por las autoridades romanas de la ciudad en el año 287.
La mayor parte de la producción cerámica sevillana se concentra en el barrio de Triana, si bien hay que destacar, por su gran importancia histórica, la fábrica de loza Pickman en la Cartuja de Sevilla, fundada en 1841. En 1982 la fábrica se trasladó a Salteras, a 9 Km. de Sevilla.
Por todo el casco histórico pueden verse retablos cerámicos, especialmente de temática religiosa en iglesias y conventos. También es de destacar el gran número de paneles de azulejos cerámicos en fachadas de los edificios de la ciudad.
ALFARERIA
La Galera, tiene una tradición alfarera documentada desde el siglo XVIII, con un momento de máximo esplendor con cinco o seis alfares en activo. Todos estos alfares fabricaban piezas totalmente necesarias para los habitantes de la Galera y de los municipios cercanos. A partir de los años 60-70 queda en activo un único alfar, que continúa elaborando las piezas que ya fabricaban sus antepasados: cántaros, botijos, caracoleras, aceiteras, elementos para la construcción, etc. El alfar en activo conserva el horno antiguo de leña y otros elementos tradicionales. La Galera posee un museo y una Feria dedicados a la Alfarería.