MUEL (ZARAGOZA)
La villa de Muel aparece mencionada, en 1160, como “Molle”, topónimo que se ha relacionado con “muelle” por el dique romano indicativo de la antigüedad del lugar, y con “muela”, pieza del molino.
Siempre se caracterizó el vecindario de Muel por su la¬boriosidad y devoción hacia sus Señores, los cuales pocos problemas tuvieron con sus vasallos, la casa de los Ca-marasa vivió siempre en perfecta armonía con los suyos de Muel. La vila recibió el título de “Fiel Villa”, que es su prorrogativa de honor.
Fiestas: San Antón y San Babil (17 y 24 de Enero), Sema¬na Santa (el domingo posterior a la primera luna llena de primavera), San Cristóbal (10 de Julio).
CERÁMICA
La actividad artesanal en el trabajo de la cerámica queda reflejado en el relato de Enrique Cook, quien, en 1585, decía que “todos los vecinos de este pueblo son olleros, y todo el barro que se vende en Zaragoza lo hacen aquí”.
La cerámica de Muel, en la que predominan los tonos azules, es altamente diferencial de la existente en otras zonas de Aragón. Es una cerámica de gran calidad, que es donde reside su verdadero valor, artesanal, que sigue los pasos de los maestros alfareros de épocas pasadas; son piezas hechas con cariño por personas que sienten la cerámica, sin olvidar la repercusión social, laboral y cultural que con ello conlleva.
En la actualidad existen seis talleres alfareros en Muel en los que se produce cerámica popular y cerámica creativa. Además, está la Escuela-Taller de cerámica de Muel de la Diputación General de Zaragoza.